Un 25 de Mayo pero en el año 1981 nací en la jungla norteña (25 de Diciembre, departamento de San Pedro), en medio de la más absoluta miseria campesina.

     Mi familia eligió ponerme por nombre Julio César. Durante el embarazo de mi madre, algunos doctores le aconsejaron que no me diera a luz en parto "normal". En aquella madrugada del 25 de mayo, me adelanté en la fecha planeada y de forma urgente le llamaron a doña Julia Díaz.  En homenaje a mi abuela Julia y en reconocimiento a ella me pusieron por nombre Julio y le agregaron un Cesar.

Mi bautismo inconcluso.

En el día de mi bautismo había dos "comadres" que no paraban de hablar en una de las esquinas del rancho rústico de la capilla Santa Rosa, que nada tenía de rosa. El cura (Pa'i) enojado por el murmullo, pidió a las madres que prestarán atención o salieran a hablar en el corredor, caso contrario suspendería la misa. Después de 15 minutos, llegaron atrasadas dos vecinas más. Sin estar enteradas de la advertencia del cura, éstas comadres de malagüero empezaron a hablar: “che ningo comadre aguaheramö. -che avei, bla, bla”. En ese mismo instante el cura cumplió su palabra, tiró su larga túnica, montó su moto, arrancó y desapareció del lugar para no volver nunca más por la comunidad de las rosas, dejando inconclusa aquel ritual bautismal.

Mi niñez

A los 4 años me quedé con mis abuelos maternos (Julia y Jorge) que vivían yendo y viniendo, perseguidos por la dictadura. Desde los 5 hasta los 6 años viví con mi casi madrina (bautismo inconcluso). A los 6 y 7 años estuve con una tía en un asentamiento campesino, hacia la zona norte de San Pedro, lugar denominado Vy'arenda, que no tenía nada que ver con la felicidad en aquel entonces; a esa tibia edad con un primo (Guido) de 11 años agarramos un ‘’trabajo trato de carpida’’ de un pakovaty, y del resultado de aquel trabajo compré mi primer calzoncillo (TP, Tienda Pilar).

Regreso a casa junto a mis padres y hermanos

A los siete/ocho años volví con mis padres, empecé labrar la tierra y yendo a duras penas a la escuela hasta terminar aquella pobre escolar básica a los 13 años.

Vida campesina

 Desde los 7 años labre la tierra como un gladiador tercermundista: desnutrido y descalzo; enfrentando el calor y el frío en la más absoluta miseria; sin oportunidad de recreación que por derecho me correspondía.-Hay una famosa frase que dice: "Era feliz y no lo sabía"; el mío era "Infeliz y no lo sabía".

Actividad sabatina: Desde los 7 y hasta los 13 años, montado en mi burrito Pitogue a las 4 de la mañana -con frío, calor o lluvia- nos íbamos a Tava'i a llevar productos agrícolas de la familia: mandioca, manteca, porotos, etc. Con la ganancia comprábamos algunas cosas para cubrir lo básico en la casa. Me caí tantas veces de aquel querido Pitogue (que en paz descanse en algún frigorífico de Asunción).

Nuevamente el abandono del hogar:

 Una vez culminada la primaria tuve que dejar nuevamente a quienes amaba: mi familia. Pero todo tenía sentido, porque fui detrás de la aventura de la educación secundaria. En ese tiempo anduve entre Ciudad del Este, Asunción, Pedro Juan Caballero y mi querido Tava'i (25'). En esa aventura de miseria aprendí a hablar portugués y vagamente español.

Tuve la buena o mala suerte de trabajar como: ayudante albañil, ayudante mecánico, gomero, vendedor de ensalada de frutas y chipa, quinielero, carretillero en el corazón de CDE, compositor y guaino de carrera (cuantas caídas), guarda de colectivo, barrendero, jardinero, peluquero y por excelencia agricultor que abandoné a los 19 años pero que podría retomar más adelante.

Hambre:

En toda esa historia, a los 15 años pasé hambre cuando vivía en Ciudad del Este, pero gracias a dos plantas de aguacate y mandarina soporté el hambre y no salí a robar. Gracias a las frutas de mandarina que cada vez que comía me producía más hambre que satisfacerme y al aguacate por su generosidad de frutas que estaba ubicado en el patio trasero de mi alquiler, estas dos plantas me dieron fuerza por una semana (esta historia tiene varias páginas que no cabe en este espacio).

Mi familia:

Somos 8 hermanos. Cinco mujeres y tres varones, mis padres (Eulalio y Gregoria) aún viven en el campo labrando la tierra en la comunidad de Santa Rosa de 25’. Tengo dos adorables hijo, José Fernando y Lenin Gael a quienes quiero dejar el mejor legado, que es mi lucha por un mundo mejor, una sociedad mejor y más humano.

Estudio y otros:

En el 2007 culminé mi carrera de Psicología, un año después mi Post Grado, años siguientes estudié Derecho y Diplomacia carrera que no pude culminar. Trabajé en el ámbito privado en una sola empresa durante 14 años. Fui catedrático universitario en dos Universidades, trabajé con el Ministerio de Justicia llevando adelante por un año tarea en la Penitenciaria de Ciudad del Este y en forma Voluntaria en la Cárcel de menores. En el año del Bicentenario publiqué con un amigo el primer libro de Historia del distrito de 25 de Diciembre, en el 2014 hemos publicado 25 ROGUE, primer periódico del distrito.

Mi historia no es para sentir pena hacia mi persona,  quiero que se entienda que historia como ésta hay miles en Paraguay y no dejo de soñar que un Paraguay mejor es posible y un 25 de Diciembre mejor, mi experiencia de vida me ha empujada a luchar en el espacio político para poder cambiar o ayudar en ciertas formas.

Lucha política:

Mi papá es colorado, y mi madre de familia liberal.  A raíz de esto me postulé en forma independiente en el 2015, llegué en la Junta Municipal gracias al apoyo de un grupo de jóvenes entusiastas; con honor estoy horrando ese gesto de apoyo de la ciudadanía. Ahora que culmina una parte del periodo que me ha tocado, quiero seguir luchando por un espacio de mayor trascendencia política distrital; lucharé de la misma forma como vengo haciendo. Contigo y con otras personas comprometidas podemos lograr un municipio para todos y no solamente para un reducido grupo de personas.

Gestiones de la tercera Edad

Trabajé por los adultos mayores sin distinción de colores, ideologías e inclinaciones políticas. Lastimosamente la legislación vigente no le da la posibilidad para que todos accedan a la pensión.

Hemos realizados gestiones a cientos de adultos mayores. Pudimos gestiones cerca de 300 documentos de beneficiarios, 37 viajes a Asunción para la mesa de entrada de las documentaciones; visitas casa por casa, varias reuniones comunitarias, una decenas de traslados hasta el Banco de San Estanislao.

GESTIONES Y AYUDA A COMISIONES VECINALES